El empaquetado de los cigarrillos desempeña un papel fundamental en la industria tabacalera. En muchos países, la propia caja se ha convertido en uno de los pocos medios publicitarios que quedan, por lo que su diseño y estilo son cruciales para captar la atención de los fumadores. Es el primer punto de contacto con el producto e influye significativamente en la percepción que tiene el consumidor de la calidad y la identidad de la marca.